ENTRE LO CONSTRUIDO Y HABITADO
KATIA VEGA MONTOYA
En los casos de estudio se manifiesta que los usuarios son los encargados de los cambios en la vivienda de acuerdo con sus necesidades y costumbres, y, por consecuencia, como los responsables en el cambio en el tipo. Así, el arquitecto no es el único capaz de transformarlo, sino que, el usuario toma su lugar, y a pesar de no haberlo estudiado a plenitud, desde la praxis y por intuición, adopta un nuevo tipo de acuerdo con su propia vivencia. Como resultado, el usuario pasa a ser el nuevo arquitecto con la precisión y exactitud lo que se requiere en la vivienda.
A pesar de que el diseño original de Vásquez respondió a las necesidades de su época sobre una familia nuclear con un estilo de vida más homogéneo, también ha respondido de manera favorable a las transformaciones en la actualidad. En las plantas de los casos de estudio se observa una grilla estructural clara que permanece y que permite mayor flexibilidad y versatilidad en la vivienda. Y, en los distintos casos, la vivienda se convierte en única y genera cambios significativos sobre el tipo original. El tipo de los años sesenta comienza a mutar en los distintos casos y se adapta según su contexto y necesidades. Esto produce una vivienda singular y a una del siglo XXI, según los criterios de análisis establecidos en el libro de Montaner, Muxí y Falagán.
Desde el exterior, la fachada de las viviendas se ha modificado por las distintas transformaciones, pero mantiene su esencia por su materialidad y su grilla estructural definida. A pesar de los cambios de doble altura a altura simple de algunas viviendas, la fachada permanece en armonía en su totalidad. Ciertamente, los edificios horizontales de Vásquez muestran proporción y correspondencia entre las partes; y, por dentro, las viviendas ahora son diversas y únicas con la base de sus columnas estructurales. Vásquez, con su diseño racional y de espacios amplios, luego de 50 años de su construcción, ha logrado generar flexibilidad en las viviendas sin pensar en la heterogeneidad de la sociedad actual. Su grilla estructural, más asemejada a una planta libre de oficinas, ayuda y posee la capacidad de poder eliminar la tabiquería del diseño original, como se ha evidenciado en los casos de estudio, y quedarse primordialmente con su estructura principal.
Como reflexión, el arquitecto de hoy debe tomar en cuenta a una sociedad heterogénea y diseñar viviendas más diversas y flexibles para ofrecer mayores alternativas al usuario. Como se trata de una sociedad en constante cambio por distintas necesidades y/o por cambios tecnológicos posteriores dentro de un mismo edificio, la vivienda no puede ser tan estática ni rígida para adecuarse a distintos usuarios con el paso del tiempo. En este sentido, la vivienda pasaría a tener espacios más libres y menos específicos con la alternativa de tener distintos usos y no solamente a espacios con funciones predeterminadas sino darle más ambigüedad a los mismos para posibles transformaciones y usos.